Porque hemos llegado a ser un espectáculo para el mundo, tanto para los ángeles como para los hombres (1 Corintios 4:9)
Numerati. Ingenieros, matemáticos e informáticos criban la información que producimos. |
¿Te gusta que te miren? Tal vez te imaginas en la pantalla chica, o con una columna en el diario. Puede que simplemente sueñes con ser conocido por todos, firmar autógrafos, que miles compren tu autobiografía, o tener una exitosa línea de perfumes.
Sin embargo, es muy probable que desde hace un tiempo tengas tu propio público. Una nueva casta de profesionales encuentra patrones entre las montañas de datos digitales que proporcionamos los ciudadanos cada día. Son los llamados numerati: ingenieros, matemáticos e informáticos que criban toda la información que generamos en diferentes situaciones de nuestra vida.
Los numerati estudian las páginas web que visitamos, los alimentos que compramos, e incluso nuestros desplazamientos. Para ellos, los registros digitales crean un enorme y complejo laboratorio del comportamiento humano. Tienen claves para pronosticar los productos o servicios que compraremos, y hasta si tendremos inclinaciones –basadas en análisis estadísticos– de colocar una bomba.
Estan implicadas compañías como Yahoo! y Google, junto a cientos de pequeñas empresas de publicidad. Llegan a acuerdos con editores, incluyendo los principales periódicos y revistas, para colocar a cada visitante un código informático identificador conocido como “cookie”. La mayoría de estas compañías ni siquiera se molestan en conseguir nuestros nombres (seguramente esto le daría problemas con las autoridades de protección de datos). Nuestros patrones de navegación son suficientes.
Tal vez te estés replanteando si estás de acuerdo con que te miren de esta manera. Si te preocupa todo este planteado “cyberespionaje”, y empiezas a sentirte vigilado, te recomiendo que te relajes y consideres lo siguiente: ¡Más allá de este sistema solar, también se nos está vigilando!
Si no te basta con el texto de esta reflexión, te presento otros casos del Libro Sagrado: (1) Job, el patriarca, fue el tema principal de dos sesiones universales de una corte celestial ignorada por él (Job 1:6-12; 2:1-7); (2) Jeremías era conocido desde antes de nacer (Jeremías 1:4,5); y (3) el salmista no encuentra escapatoria en ninguna parte, ni siquiera en la oscuridad (Salmo 139:7-12). Considera estas declaraciones:
“Todo nuestro mundo es un escenario en el cual se está llevando a cabo el conflicto entre el pecado y la justicia, la verdad y el error, ante una audiencia intensamente interesada, compuesta por los habitantes del universo” (CBA, t. 6, pág. 680). “El ojo del Señor está sobre la obra, sobre todos sus planes, y sobre las imaginaciones de toda mente; el ve debajo de la superficie de las cosas, discerniendo los pensamientos e intenciones del corazón. No existe un solo hecho propio de las tinieblas, ni un solo plan, ni una sola imaginación del corazón, ni un solo pensamiento de la mente, que él no lea como si fuera en un libro abierto. Todo acto, toda palabra, todo motivo, es fielmente anotado en los registros del gran Dios que investiga el corazón, y que dijo: 'Yo conozco tus obras'” (NBEW, 354).
Así que es cierto. Hay quienes nos observan en la tierra… y quienes nos ven desde el espacio. Unos para vender nuestra información, otros tomando nota de nuestros actos para el juicio final. Somos los protagonistas en un expectáculo tan real como la propia vida ante nuestros semejantes, ante los ángeles y ante Dios mismo.
Sabiendo esto, consideremos las palabras de Jesús: “No temáis a los que matan el cuerpo, que no pueden matar el alma. Antes temed a Aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno” (Mateo 10:28). Que tu petición hoy sea: “Señor, que mis actos sean dignos de ti en lo expreso y en lo oculto”.
interesante cuestion, somos unespectaculo para el mundo y el universo.
ResponderEliminarBrasi Lu
Gracias ...... cuando pueda conectare a toda la zona con este blog... seran mas sabios....
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