El avisado ve el mal, y se esconde; mas los simples pasan, y reciben el daño (Proverbios 22:3).
Los "campeones de salto" del mar no pueden escapar de las redes sin entrenamiento. |
Recientemente estuve leyendo detalles interesantes sobre los delfines. Son animales maravillosos, y son, según los investigadores, los seres más inteligentes después de los seres humanos. Es mucho lo que se ha investigado, y también lo que se espera descubrir sobre estos mamíferos acuáticos.
Entre las cosas interesantes de estas criaturas, está que pueden comunicarse a través del sonido, como nosotros, pero con la particularidad de que ellos pueden verlo, de modo similar a como los seres humanos usamos los ultrasonidos para observar un feto en el vientre de su madre. Además, los delfines al dormir deben someter uno de sus hemisferios cerebrales y dejar otro activo, pues su respiración es voluntaria.
Hay, sin embargo, una extraña debilidad en ellos. Aunque los delfines son los ganadores de saltos en el mar, son incapaces de saltar para escapar a las redes de pesca flotantes. Se cree que estos animales saltan fuera del agua como una expresión de alegría o como un juego pero son incapaces de utilizar estos saltos para escapar de las redes a menos que se los entrene para ello.
Esto hace que los delfines mueran accidentalmente cuando desde un barco tratan de pescar el cardumen de peces del cual los delfines se estaban alimentando o bien cuando se pesca sobre un cardumen de atunes a los que los delfines suelen seguir desde la superficie. Esta pesca no sería tan accidental ya que el barco que está realizando la maniobra puede ver a los delfines y podría, de querer hacerlo, formar un seno en la red para que los delfines escapen pero, como esto permitiría escapar a parte de la pesca, no lo hacen.
En Argentina se calculan en 400 los delfines muertos anualmente por las redes de pescadores. Muchas pesqueras del mundo llegaron a un acuerdo con organismos ecologistas quienes ponen a bordo de sus barcos inspectores que se aseguran que se deje escapar a los delfines de las redes, sus productos se distinguen en el mercado por traer la leyenda “Save dolphin”.
En el mar de la vida, son muchos los seres humanos que son campeones de salto. Pueden resolver difíciles operaciones lógicas, encontrar solución a graves problemas laborales, y superar obstáculos financieros. Sin embargo, se les hace imposible superar las redes del temor, del vicio, del placer, del enojo… del pecado. Sin importar la capacidad, el ser humano necesita, al igual que el delfín, entrenamiento para poder evadir las redes del enemigo. El ejemplo de los delfines demuestra que la inteligencia sola no es suficiente.
Ya que, como seguidores de Cristo hemos sido “entrenados” para evadir el mal, seamos el instrumento de Dios para avisar a los que se dirigen a los lazos del maligno. De nuestra parte, procuremos ser prudentes y alejarnos de las trampas de Satanás. Ayúdame, Señor, a no caer presa de Satanás; permíteme ser un mensajero que guíe a otros lejos de sus redes.
esto esta poderoso y es un buen ejemplo para hablar de nuestra debilidad humana frente al enemigo, al igual que tu neilyn creo que necesitamos entrenamiento del cielo para vencer esas dificultades como el perdon, o algun vicio que se nos hace imposible saltar y dejar. me uno a tu suplica y tambien le pido a Dios que me ayude a no caer presa de satanas.
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