La Peor Madre del Mundo

Puede una mujer olvidar a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Aunque ellas se olvidaran, yo no te olvidaré” (Isaías 49:15).

Macrocephalon maleo, una de las peores
madres de la naturaleza.

En Indonesia hay unas aves que son muy privilegiadas, ya que tienen una playa paradisíaca exclusiva para ellas, con el fin de evitar su extinción. Se trata de los maleo, pájaros del tamaño de una gallina que sólo pueden verse en las islas Célebes o Sulawesi. Se dice que son una de las peores madres de la naturaleza.

Son unas aves muy extrañas en apariencia, colores vistosos y variados, con un tamaño medio de 50 centímetros de largo. Su nombre científico es Macrocephalon maleo, son la única especie de ese género. Su costumbre es depositar sus huevos en las arenas volcánicas de las playas de Sulawesi. Las hembras cavan un pozo profundo y los dejan para que sean incubados por el calor del sol.

Una vez que los huevos se rompen, las crías se hacen camino hacia la superficie y se esconden en el bosque. Son totalmente independientes luego, y aprenden a volar solos enseguida. Deben buscar comida por sus propios medios y defenderse de los depredadores como lagartos, serpientes, cerdos y gatos, ya que sus madres los abandonan a su suerte.

Si esta conducta, como a mí, te parece extremadamente cruel y antinatural, una noticia publicada en el diario en línea Yucatán al Minuto, con fecha de 23 de Julio de 2010, te sorprenderá aún más. Según la narración, “un par de hermanas abandonó a sus 10 hijos,  porque el amasio de una de ellas les dijo que las mantendría, si se deshacían de los pequeños. Una de las mujeres tiene una bebé de nueve meses, producto de la relación con su pareja, la cual fue la única de sus vástagos que se quedó. Además, entre los niños abandonados está una jovencita de 15 años junto con una bebé (nieta de una de las mujeres), de tan sólo cuatro años.

“Las mujeres fueron atendidas por personal jurídico y psicológico de esa dependencia, quienes de inmediato turnaron el caso a la procuradora, Celia Rivas Rodríguez, quien bajó a atender a las mujeres, quienes llevaron las 10 actas de nacimiento de sus hijos y la de su nieta “endosadas” con la frase: “Entrego a  mi hijo por mi propia voluntad”.

“La procuradora intervino en el caso, luego de que las mujeres se negaron a aceptar las despensas, becas y ayuda económica para mantener a sus hijos, ya que entre los argumentos para abandonarlos estaba que llevaban dos días sin comer, porque no tienen dinero para pagar su comida ni recursos para pagar su educación.

“Luego de que la procuradora enfrentó a las madres y les expuso que estaban por cometer un delito, las mujeres dijeron: “ya no los queremos con nosotros, no queremos tenerlos”, para luego salir corriendo de la oficina. De inmediato, los niños salieron corriendo detrás de sus mamás, pero éstas dijeron que no los sigan y se subieron a un autobús, dejando a sus hijos en el abandono”.

¿No te parece sorprendente? Incluso con el ofrecimiento de ayuda, estas mujeres abandonaron a sus hijos sin siquiera sentir dolor. ¿Dónde esta el amor de madre? ¿Dónde queda la responsabilidad y el compromiso por esos pequeños, su propia sangre?

En el tiempo que nos ha tocado vivir, hay hombres y mujeres que son padres y madres, pero estas palabras solamente describen una relación sanguínea con sus hijos e hijas, más que un compromiso personal de darles sustento, educación, valores morales firmes e identidad. Ante esta grave situación de nuestra sociedad contemporánea, se yergue hoy la promesa bíblica: “Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Jehová con todo me recogerá” (Salmo 27:10).

Recuerda, querido amigo, que aún cuando todos, incluso tus progenitores, parecen haberte abandonado, hay Uno que nunca dejará de amarte: tu amante Padre celestial. ¡Gracias Señor, por ser el mejor Padre del universo!